martes, 19 de mayo de 2015

Marco Teorico


MARCO TEORICO

 

1.    Definición ¿Qué son las hortalizas?

1.1  Tipos de hortalizas que existen

1.2  Características

2.    ¿Qué es una lombriz?

2.1  Tipos de lombrices

2.2  Cuidado de la lombriz

3.    ¿Qué es la siembra de hortalizas?

3.1  ¿Cómo sembrar hortalizas?

3.2  Cuidado de la siembra de hortalizas

3.3  Tipos de siembra de hortalizas

4.    Siembra de hortalizas en macetas

4.1  ¿Cómo es la siembra de hortalizas en macetas?

4.2  Cuidado de la siembra de hortalizas en macetas

4.3  Tipo de semillas a plantar

5.    Presencia de lombriz en la siembra de hortalizas

 

1.    DEFINICION ¿QUÉ SON LAS HORTALIZAS?

 

 

·         Jorge Díaz dice que “Las hortalizas son aquellas verduras y demás plantaciones comestibles que se cultivan generalmente en huertas y que mayormente se las consume como alimentos ya sea de manera cruda o bien cocida. Dentro del conjunto de las hortalizas se incluyen a las legumbres verdes tales como habas, guisantes y verduras. Se debe excluir a las frutas y los cereales.

 

Las hortalizas se encuentran compuestas por diversos componentes como son: Agua (en un 80%), glúcidos, vitaminas y minerales, sustancias volátiles, lípidos y proteínas, bajo valor calórico y fibra dietaría”.

 

·         Daniel Domínguez define a las hortalizas como “Plantas anuales, bianuales y vivaces de uso hortícola. A este grupo pertenecen las plantas de la huerta que nos permiten disfrutar en casa como frutas y verduras de temporada”.

 

·         Ashertz menciona que “Las hortalizas son un conjunto de plantas cultivadas generalmente en huertas o regadíos que se consumen como alimento.

 

El termino hortaliza incluye a las verduras y a las legumbres verdes como habas y guisantes”.

 

 

1.1  TIPOS DE HORTALIZAS QUE EXISTEN

 

·         Martínez nos dice que hay varios tipos de hortalizas entre ellos “Hortalizas de hoja: Acelga, canónigos, cardo, diente de león, endibia, escarola, espinaca, lechuga, hinojo, etc.

Coles: Son hortalizas muy antiguas originarias de Europa occidental y meridional. Todas las variedades existentes actualmente proceden básicamente de la especie silvestre Brassica sylvestris. Son coles: Berza, Brócoli, Col de Bruselas, Repollo, Lombarda, Coliflor, Colinabos y Colirrábanos.

Hortalizas de raíz: Ajo, apio, cebolla, chirivía, nabo, rabanito, remolacha y zanahoria.

Hortalizas de fruto: Su valor es el fruto. Ejemplos: berenjena, calabacín, calabaza, fresa, maíz, melón, pepino, pimiento, sandía y tomate.

Hortalizas de flor: Alcachofa, girasol y también las coles.

Tubérculos: Batata, patata, tupinambo, chufa, etc.

Leguminosas: guisante, haba, judía, lenteja, alfalfa, garbanzo, guisantes, cacahuetes, etc.

 

·         Santiago nos menciona los siguientes tipos de hortalizas “Entre los  principales tipos de hortalizas:  acelga, achicoria, ajo, alcachofa, apio, berenjena, berro, boniato, brécol, brócoli, calabacín, cardo, cebolla, cebolleta, col, col de Bruselas, coliflor, colinabo, chirivía, endivia, escarola, espárrago, espinaca, guindilla, guisante, haba, hinojo, judía verde, lechuga, lombarda, mandioca, nabo, patata, perejil, pimiento, puerro, rábano, rabanito, remolacha, repollo, zanahoria”.

 

·         José Luis Gardea da a conocer los siguientes tipos de hortalizas y sus propiedades “

ü  Tallos: Son ricos en fibra, además de ser generalmente diuréticos, por ejemplo el espárrago o el puerro. De algunos tallos como el palmito o el bambú, se aprovecha sólo su parte terminal, el brote. La caña de azúcar es un tallo que almacena gran cantidad de sacarosa.

ü  Hojas: Son buenas fuentes de calcio (p.e. nabo, col, grelos), y de hierro (p.e. espinaca). Contienen entre un 1% y un 3% de proteínas. Las hojas como las coles contienen elementos fitoquímicos de acción anticancerígena. Las espinacas y la acedera, contienen ácido oxálico, el cual puede interferir con la absorción del calcio (si se abusa de su consumo). No obstante, el ácido oxálico desaparece en su mayor parte al desechar el agua de cocción.

ü  Flores: La alcachofa, la coliflor y el brécol son agrupaciones de muchas pequeñas flores (inflorescencias). Contienen provitamina A, vitaminas B y C.

ü  Semillas: Los guisantes y las habas son semillas de plantas de las familias de las leguminosas que se usan como verdura. Constituyen una buena fuente de proteínas, como todas las semillas.

ü  Raíces: Contienen hidratos de carbono (almidón), fibra y minerales. Algunas contienen también betacaroteno (provitamina A), como es el caso de la zanahoria y la remolacha.

ü  Bulbos: Contienen sustancias sulfurosas (cebolla, ajo) o aromáticas (hinojo).

ü  Peciolos (pencas): Son los rabos de las hojas por medio de los cuales se unen al tallo. Por ejemplo, el cardo y la acelga. Son ricos en celulosa, al igual que los tallos.

ü  Tubérculos: Contienen almidón, cierta cantidad de proteínas, vitamina C (p.e. la papa o patata) y provitamina A (batata o boniato). No son aptos para consumir crudos, pues contienen sustancias tóxicas en este estado, las cuales desaparecen con la cocción.

ü  Frutos: Llaman su atención por su variado colorido (tomates, berenjena, calabaza, pepino, calabacines).

 

1.2  CARACTERISTICAS

 

·         Daniel Domínguez menciona que las características generales de las hortalizas son:

“Están formadas por las solanáceas: berenjena, tomate, pimiento, y cubitaceas: calabaza, calabacín, melón, pepino, sandia. La floración y su maduración posterior ocupan el suelo por un periodo prolongado.

El fruto de las solanáceas tiene forma de baya con piel y carnoso en el caso de la berenjena o bien con piel fina y con pulpa como el del tomate.

Las pulpas de las cubitaceas son de distintas consistencias en unos frutos con piel gruesa que reciben el nombre de pepónides de piel gruesa conteniendo gran cantidad de agua y tallos rastreros y frágiles si exceptuamos el caso del calabacín.

 

·         Paz Velázquez nos dice que “Las características de las hortalizas son similares como son alimentos reguladores, carecen de valor calórico y contenido proteico, tienen un alto contenido de agua, de entre los componentes solidos podemos hablar de almidones, azúcar y celulosa, las grasas casi no se aprecian pero si tienen importantes vitamínicos y minerales, especialmente las vitaminas A y C”.

 

·         Palacios nos comenta que “las características de las hortalizas tienen en común cierto grado de acidez. Deben estar recién recolectadas o conservadas en perfecto estado. Deben estar exentas de partes marchitas.

 

Se consideran un complemento básico de la dieta habitual. Contienen agua, hidratos de carbono, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales

 

2.    ¿QUÉ ES UNA LOMBRIZ?

 

·         Jason Edwards especifica que “La lombriz de tierra, de color gris rojizo, es un animal familiar que  por lo general apenas mide 7 u 8 centímetros, se sabe que algunos miembros de la especie alcanzan hasta 35 centímetros de longitud con el cuerpo enrollado. El cuerpo de la lombriz de tierra está formado por segmentos llamados anillos o metámeros. Estos segmentos están recubiertos de sedas, o pequeñas cerdas, que la lombriz usa para remover y escarbar la tierra.

Es frecuente verlas por la noche alimentándose sobre la superficie de la tierra. Durante el día permanecen bajo tierra-manteniéndose por lo general próximas a la superficie-, y son capaces de cavar hasta una profundidad de 2 metros.

La lombriz tiene la boca en el primer segmento del cuerpo. A medida que cava la tierra la va ingiriendo, extrayendo de ella nutrientes que provienen de la descomposición de materia orgánica, como hojas o raíces. La lombriz de tierra es vital para la salud del suelo, ya que transporta nutrientes y minerales hasta la superficie mediante sus desechos y los túneles que excava oxigenan la tierra. Una lombriz puede comer en un día el equivalente a un tercio de su peso corporal.

Las lombrices de tierra se aparean en la superficie.

La lombriz de tierra sirve de alimento a un gran número de animales, como pájaros, ratas y sapos, y se utiliza también para hacer abono orgánico.

 

·         Martínez define a la lombriz como “animales que no poseen esqueleto (se les llama invertebrados) del tipo anélidos, o sea, gusanos segmentados.

Hasta la actualidad se conocen entre seis mil y siete mil especies diferentes de lombrices o gusanos.

La más conocida es la Lumbricus Terrestris (lombriz de tierra); ésta vive exclusivamente en la tierra y se alimenta de la materia orgánica (basura y desechos que provienen de otros seres vivos) descompuesta presente en los suelos.

Es muy voraz, llegando a comer hasta el 90 % de su propio peso por día. De esta ingesta, excreta entre el 50 y 60 % convertido en un nutriente natural de altísima calidad, conocido como lombricompuesto o humus de lombriz.

La lombriz de tierra no tiene dientes, su efectividad está en su aparato digestivo para lo cual tiene un aparato bucal succionador, faringe, buche, molleja y el resto es intestino.

En estado adulto llega a medir entre 9 y 30 cm. de largo. Tienen los dos sexos en un mismo individuo (son hermafroditas).

Su apareamiento se produce generalmente cuando asoman a comer a la superficie. La puesta de huevos se realiza a razón de un cocón por animal cada 45 a 60 días. Viven de 4 a 5 años. No posee pulmones, respira por la piel.”

 

·         Laura Latzko dice que “El término "lombriz de tierra" comprende diferentes tipos de lombrices de la familia annelid phylum. Estos animales suelen tener cuerpos en forma cilíndrica o tubular, babosos al toque y por lo general son de color café o rojo. De acuerdo con EnchantedLearning.com, las lombrices de tierra pueden medir desde un par de pulgadas hasta 22 pies (6 m).

La lombriz de tierra tiene una estructura corporal simple; no tiene esqueleto ni sistema respiratorio pero sí tiene cerebro, corazón y sistema digestivo. Estos animales digieren los alimentos por medio del esófago, faringe e intestinos. Por otro lado, utilizan su piel para respirar y tienen la capacidad de regenerar ciertas partes de su cuerpo, como la cola. A pesar de no tener ojos, estas criaturas pueden percibir la luz de su alrededor por medio de sus tejidos sensibles a la luz. Estas lombrices no tienen sentido del olfato ni del oído, sólo sentido del tacto. Ya que no tienen brazos ni piernas para moverse, utilizan la contracción muscular para trasladarse a través de túneles en la tierra.”

 

2.1  TIPOS DE LOMBRICES

 

·         Goody Clairenstein nos dice que hay 7 tipos de lombrices las cuales especifica de la siguiente forma:

“Las siete categorías de la taxonomía biológica son Reino, Phylum, Clase, Orden, Familia, Género y Especie. Todos los organismos vivos pertenecen a grupos específicos dentro de estas categorías, la mayoría de los cuales ya se han establecido, y las lombrices no son una excepción. Es posible que no anticipes, sin embargo, cuántos tipos diferentes de lombrices hay.

1.    Las lombrices de tierra pertenecen al reino Animalia. Son organismos pluricelulares que también son eucariotas, lo que significa que sus células tienen núcleos.

2.    Los anélidos son gusanos segmentados. Las lombrices de tierra pertenecen a este phylum porque sus cuerpos son seccionados, creando la apariencia estriada o anillada que da a los "gusanos anillados" de este phylum su nombre.

3.    Clase: Clitellata. El nombre de la clase de las lombrices de tierra se debe en sí a su clitelo: el collar que sirve como un centro de reproducción durante la fase adulta de la vida de la lombriz de tierra.

4.    Orden: Haplotaxida o Lumbriculida. El orden de las lombrices de tierra es Haplotaxida o Lumbriculida. La distinción depende de si la lombriz de tierra tiene un hábitat de agua dulce (Lumbriculida) o no (Haplotaxida).

5.    Familia: Acanthodrilidae hasta Sparganophilidae. Hay 16 familias diferentes a las que una lombriz de tierra dada puede pertenecer. En orden alfabético, estos son Acanthodrilidae, Ailoscolidae, Alluroididae, Almidae, Criodrilidae, Eudrilidae, Exxidae, Glossoscolecidae, Hormogastridae, Lumbricidae, Lutodrilidae, Megascolecidae, Microchaetidae, Ocnerodrilidae, Octochaetidae y Sparganophilidae.

6.    Género y especies. El género lombriz es generalmente aceptado como Lumbricus. Hay aproximadamente 4.400 especies de lombrices de tierra. Debes de ser capaz de obtener más información sobre la taxonomía de una lombriz en particular reduciéndola basándote en la región y hábitat. Las guías locales de campo y textos biológicos son un recurso muy valioso para encontrar la taxonomía exacta de una lombriz dada.”

 

·         M.H. Dyer nos comparte lo siguiente “A menudo subestimamos a las lombrices de tierra pero éstas son unas residentes clandestinas importantes que trabajan duro para hacer que un suelo sea saludable. Éstas viajan a través del suelo, lo airean a medida que lo recorren y permiten que el agua circule. Son las responsables de romper la hierba, hojas y otras materias orgánicas y de mezclarlas con la tierra. Sus desechos, también llamados "lombricomposta", proporcionan un fertilizante adicional. La mayoría de las lombrices son adiciones bienvenidas a la pila de compost, siendo también muy apreciadas por los pescadores por su capacidad para atraer a los peces al anzuelo.

Lombrices rojas

Las lombrices rojas pueden comer hasta alcanzar su propio peso en compost todos los días, lo que las hace una de las favoritas por su capacidad de convertir abono en un humus rico y oscuro de lombriz que a tu jardín le encantará. A diferencia de los rondadores nocturnos, a las lombrices rojas les encanta estar en estrecha proximidad con sus compañeros gusanos por lo que no tienes que preocuparte por si superpueblas este recipiente. Las lombrices rojas no hacen madrigueras, por lo que se pueden encontrar bastante cerca de la parte superior de la superficie del suelo. Estas lombrices también funcionan como buenos gusanos de pesca.

Rondadores nocturnos europeos

Los pescadores aprecian mucho a los rondadores nocturnos europeos por su capacidad para soportar la temperatura helada por un lapso de 30 minutos. Éstos también pueden tolerar el agua salada, lo que los hace un cebo popular para la pesca en el hielo en la Columbia Británica y en el norte de Estados Unidos. Los rondadores nocturnos europeos son útiles en un recipiente de compost y a menudo se convierten en alimento para las aves mascotas y para los habitantes de un acuario, como tortugas, reptiles y otros animales exóticos.

Rondadores nocturnos africanos

Los rondadores nocturnos africanos, también conocidos como los "tigres japoneses" o los "súper rojos", son uno de los gusanos más tolerantes al calor y pueden soportar temperaturas de hasta unos 80 °F (26.6 °C). Esto, y el hecho de que crecen hasta 8 pulgadas (20,3 cm) de largo, los hace perfectos para la pesca en un ambiente caluroso ya que toleran temperaturas que matarían a la mayoría de los gusanos. Tienen un apetito voraz, por lo que son otro de los favoritos para el recipiente de abono. Sin embargo, se comerán a las lombrices rojas para la cena, así que no los mezcles con éstas.

Rondadores nocturnos canadienses

Los rondadores nocturnos canadienses son el miembro más grande de la familia de rondadores nocturnos, llegando a tener una longitud de hasta 14 pulgadas (35,55 cm). Son muy populares no sólo por su tamaño, sino porque son fáciles de poner en un anzuelo. Son buenos para atraer a los peces, ya que pueden permanecer activos en el agua hasta por cinco minutos, y son activos incluso hasta después de ese tiempo. Los rondadores nocturnos canadienses deben ser refrigerados en clima cálido, porque no pueden soportar temperaturas superiores a 65 grados °F (18,3 °C). Millones de rondadores nocturnos canadienses aparecen en los Montes Apalaches cada año.

Los saltadores de Alabama

Los saltadores de Alabama maduros (cuyo nombre en inglés es "Alabama jumpers") pueden llegar a ser del tamaño de un lápiz, tanto en longitud como en la circunferencia. Éstos tienen una piel dura de gusano que puede romperse fácilmente a través del suelo pesado, lleno de barro, y debido a que son tan poderosos, pueden saltar realmente fuera de la tierra. Ellos hacen un gran trabajo de aireación y rompen la tierra del jardín, siempre y cuando el clima no sea demasiado frío. Debido a que son tan activos, no están bien adaptados para los contenedores de abono, pero son muy deseables como cebo de pesca”.

 

·         Carlos Casanueva nos dice que hay dos tipos de gusanos en los que se encuentra la lombriz.

“Los gusanos planos o aplanados

El Phylum Platyhelminthes incluye los animales que se llaman comúnmente gusanos planos. Todos los gusanos planos se desarrollan de tres capas de tejidos: el ectodermo, el endodermo y el mesodermo. Otra característica de los gusanos planos es que son aselomados.

Hay gusanos planos parásitos y los hay de vida libre. Todas las formas tienen sistemas nervioso, excretor y reproductor; sin embargo, no tienen sistema digestivo. El phylum Platyhelminthes se divide en tres clases: (1) la clase Turbellaria (las planarias); (2) la clase Trematodo (las duelas) y (3) la clase Cestoda (las tenías). 

a) La planaria es un gusano plano de vida libre que, usualmente, vive en el agua. La mayoría de las planarias son carnívoras: comen crustáceos pequeños, gusanos e insectos. La planaria no tiene órganos respiratorios especiales. El intercambio de oxígeno y bióxido de carbono ocurre por difusión a través de la superficie achatada de su cuerpo. Estos gusanos planos no tienen corazón ni vasos sanguíneos. La mayor parte de los desechos de excreción se difunden desde las células de la planaria hacia el ambiente.

Cerca del extremo anterior de la planaria, hay dos masas de células nerviosas, llamadas ganglios, que sirven como un cerebro simple. Las planarias pueden reproducirse asexualmente por fisión. Un gusano puede partirse en dos detrás de la faringe. Las partes anterior y posterior regeneran todas las partes que le faltan. Las planarias también pueden reproducirse sexualmente. Son hermafroditas, ya que contienen ovarios y testículos. A pesar de que las planarias son hermafroditas, ocurren en ellas la fecundación cruzada.

b) Las duelas pertenecen a la clase Trematoda. Externamente, las duelas se parecen a los gusanos planos de vida libre. Sin embargo, las duelas son parásitos. No pueden vivir por mucho tiempo fuera del cuerpo del hospedero. El cuerpo de las duelas está altamente especializado para su vida parásita. La duela adulta tiene unas estructuras llamadas ventosas orales y ventrales, por medio de las cuales se pega al hospedero. Las duelas pueden ser parásitos en muchos órganos del cuerpo humano.

c) Las tenías pertenecen a la clase Cestoda. Los miembros de ésta clase están especializados para su forma de vida parásita. La mayoría de las tenías adultas viven en el intestino por medio de una estructura llamada el escólex, que es una estructura redondeada que tiene ganchos y/o ventosas. Cerca del escólex hay una sección corta llamada el cuello. El resto del cuerpo de la tenia se compone de secciones llamadas proglótides. Un proglótide es una sección del cuerpo que tiene órganos reproductivos masculinos y femeninos.

d) Como no tiene un sistema digestivo, la tenia obtiene el alimento directamente del intestino de su hospedero. El alimento se absorbe a través de la pared corporal de la tenia. El gusano compite por el alimento y puede causar pérdida de peso y debilidad en el hospedero.

 

2. Los Gusanos Redondos

 

Los gusanos redondos son gusanos cilíndricos y delgados con los extremos puntiagudos. Debido a que los biólogos clasifican a los gusanos redondos en el Phylum Nematoda, frecuentemente nos referimos a estos organismos como los nematodos. Los gusanos redondos de vida libre son comunes en el terreno, en el fango y en los organismos descompuestos, desempeñan un papel destacado en la descomposición de la materia orgánica en la tierra, en el fango, al fondo de los lagos y en los océanos.

 

 

2.2  CUIDADO DE LA LOMBRIZ

 

·         Manuel Quiroz nos recomienda el siguiente cuidado para la crianza de lombriz: “Selección del lugar: El lugar debe ser sombreado, con buen drenaje, llano y con agua disponible. Se deben establecer las canoas o canteros de norte a sur, con una altura de 70 cm y 1 m de ancho. La longitud del cantero es acuerdo a la amplitud del lugar (en este caso utilizamos para confeccionar los canteros

Colocación de una capa fina (10 cm) de sustrato (estiércol, desecho de cosecha, etc.), en el fondo de la superficie del terreno seleccionado y se siembra 1 kg de lombrices por m2. Al transcurrir un tiempo de 7 a 8 días se puede observar la aparición de unos tabaquitos negros con la apariencia de la borra de café en su textura lo que indica que el estiércol ha sido convertido en humus de lombriz. Asimismo se podrán apreciar las lombrices en la superficie, esto significa que necesitan alimentarse de nuevo y se debe agregar otra capa más de 10 cm de sustrato, por lo que se repite la actividad tantas veces como sea posible hasta alcanzar la altura diseñada en el cantero.

Aplicación de riego superficial. Las lombrices (por su morfología), deben evitar la luz e introducirse en el sustrato, por lo que se mantiene la humedad uniformemente en dependencia de la temperatura, evitando encharcamientos o goteo por exceso. Si llueve sobre la superficie no se debe regar.

La cosecha se realizará utilizando el método con malla, que es muy fácil de aplicar, por lo que se coloca una malla en la superficie del cantero y se deposita el alimento fresco sobre ésta, al cabo de 3 o 4 días cuando las lombrices suban a comer se retira la malla y con ellas las lombrices. Esta operación se repite cuantas veces sean necesarias.

Almacenaje del humus de lombriz. Este se debe efectuar después que el humus este seco, no menos del 40 % de humedad, puesto que todavía existe actividad microbiana la cual tributa a la calidad del lombrihumus, Se pude almacenar también en sacos que tengan aireación y bajo sombra. Se ha demostrado que, una vez cosechado después de los 8 meses, se producen pérdidas en la calidad del mismo.

El manejo de estiércol o sustrato es el elemento de mayor importancia dentro del cultivo de lombrices, por lo que se debe tener en cuenta que debe estar maduro el estiércol, más o menos de 10 a 20 días de haber sido producido por el animal, de color verde oscuro o pardo, su olor es soportable y el pH se encuentra estabilizado. Se debe tener en cuenta para el manejo de estiércol 3 factores importantes como la temperatura, la humedad y el pH (acidez, alcalinidad)”.

 

·         Morales nos especifica que el cuidado de las lombrices es el siguiente: “Dentro de las condiciones ambientales para su desarrollo destaca "la humedad". Esta será del 70% para facilitar la ingestión de alimento y el deslizamiento a través del material. Si la humedad no es adecuada puede dar lugar a la muerte de la lombriz.

Las lombrices toman el alimento chupándolo, por tanto la falta de humedad les imposibilita dicha operación, por contra, el exceso de humedad origina empapamiento y una oxigenación deficiente.

En cuanto a la temperatura, la apropiada para el crecimiento de las lombrices oscila entre 12-25º C; y para la formación de cocones entre 12 y 15º C. Durante el verano si la temperatura es muy elevada, se recurrirá a riegos más frecuentes, procurando que las lombrices no emigren buscando ambientes más frescos.

Los sistemas de riego empleados son el manual y por aspersión. El manual consta de una manguera de goma de características variables según la función de los lechos. Por su sencillez es muy difundido pero requiere un trabajador implicado exclusivamente en esta labor.

Una perfecta aireación es fundamental para la correcta respiración y desarrollo de las lombrices. Si la aireación no es la adecuada el consumo de alimento se reduce; además del apareamiento y reproducción debido a la compactación.

El alimento que se les proporcionará será materia orgánica parcial o totalmente descompuesta. Si no es así las elevadas temperaturas generadas durante el proceso de fermentación (hasta 75º C), matarán a las lombrices. Los alimentos orgánicos útiles en la alimentación de lombrices son muy variados, destacando entre otros:

ü  Restos de serrerías e industrias relacionadas con la madera.

ü  Desperdicios de mataderos.

ü  Residuos vegetales procedentes de explotaciones agrícolas.

ü  Estiércol de especies domésticas.

ü  Frutas y tubérculos no aptos para el consumo humano o vegetal.

ü  Fangos de depuradoras.

ü  Basuras.

En condiciones térmicas óptimas se añadirán entre 20 y 30 Kg de alimento por lecho, en una capa de 5-10 cm. cada 10-15 días, cuyo principal objetivo es mejorar la aireación y en el supuesto de que alguna porción del alimento no estuviera totalmente fermentada”.

 

·         Calderón nos señala que el cuidado de la lombriz tiene que ser el siguiente:

 “El mejor método para comprobar si el alimento es apto consiste en: colocar en un pequeño recipiente el alimento, luego poner sobre el alimento unas cuantas lombrices y exponerlas a la luz del sol. Si las lombrices se entierran rápidamente y no salen del recipiente en unos minutos, el alimento es apto para su consumo. Pero si por el contrario, no se entierran, huyen rápidamente del recipiente, o mueren antes de 48 horas en el medio de prueba, nos encontramos ante un alimento que aún no está listo para ser consumido. Se recomienda hacer esta prueba antes de darles a las lombrices cualquier alimento que sea nuevo para ellas.

La temperatura ideal para la cría de la lombriz californiana es de 21 grados centígrados, pero éstas pueden sobrevivir entre temperaturas desde 0 hasta 42 grados, por lo tanto pueden criarse al aire libre en cualquier hogar o campo de climas templados.

Las lombrices se reproducen más cuando la temperatura de su hogar oscila entre los 14 y los 27 grados centígrados, siendo la óptima de 21 grados. Esto puede chequearse con cualquier termómetro hogareño.

Bajo circunstancias ideales, la población de lombrices californianas puede llegar a duplicarse mensualmente y una superficie de cultivo puede expandirse hasta 32 veces la inicial”.

 

 

3.    ¿QUÉ ES LA SIEMBRA DE HORTALIZAS?

 

·         La siembra de hortalizas es muy común y a su vez importante pues gracias a ello se aprovecha espacio en los hogares de hoy.

Fernández nos explica que ’’son una multitud de plantas que  se cultivan para aprovechar sus hojas verdes para el consumo de ellas aquí nombro algunas: espinacas, los cardos suizos, y las remolachas (cuya raíz constituye en sí misma una importante verdura) y un buen número de miembros de la familia áster, como las lechugas, las endibias y las achicorias”.

 

·         Roció Rontome nos dice que “La Siembra de Hortalizas consiste en distribuir en los canteros o tablones de la huerta, las semillas de las especies que se seleccionaron para cultivar”. 

 

·         John define a la siembra de hortalizas como: “una de las principales tareas agrícolas. Consiste en situar las semillas sobre el suelo o subsuelo para que, a partir de ellas, se desarrollen las nuevas plantas. Hay que saber sembrar bien, si queremos que nuestras plantas crezcan en el lugar adecuado y, con las condiciones adecuadas. Tenemos que pensar que una cosecha conlleva mucho trabajo, esfuerzo y dinero, por lo que debemos asegurarnos de que todos los pasos que llevan a ella han sido tomados en cuenta adecuadamente”.

 

 

3.1  ¿CÓMO SEMBRAR HORTALIZAS?

 

·         Mucha gente no hace el huerto en su casa por el miedo de no saber cómo debe hacerlo, o tal vez por la comodidad al ir a comprarlo al supermercado

Las hortalizas como bien sabemos sería muy práctico y fácil realizar su siembra se cree que en lugar de hacer un semillero se planten, ya sea en recipientes o en tierra. Luego plantar las plantitas obtenidas en hileras en algún espacio del hogar o en el mismo jardín de este, se pueden sembrar ciertas especies directamente en tierra, sin el paso anterior  del semillero y que se desarrollen ahí hasta el final.

En caso de que se tenga espacio para cultivar sus hortalizas en un jardín, recuerde que también se puede cultivar en macetas. La clase de macetas en realidad no importa, sea de barro de plástico o de madera, da igual, lo que importaría seria el tamaño ya que se tendrías que estimar el tamaño o tipo de desarrollo de la hortaliza. Alonso nos dice que ‘’Lo más importante es que tenga suficiente sol, mínimo de 6 a 8 horas diarias, para que las plantas se desarrollen y den su fruto. Tenga en mente que la maceta o vivero sea suficientemente grande para sostener la planta cuando ya esté desarrollada”.

 

·         Walter nos da los siguientes pasos para sembrar hortalizas.

“Llenar el recipiente (caja, plato, maceta,…) con tierra vegetal para germinación (sin poner abono) o bien con turba o mantillo.

Compactar ligeramente la capa superficial del substrato a sembrar

Regar bien el recipiente de manera que el substrato a sembrar quede muy húmedo, pero evitando que se encharque el agua, dejando escurrir la sobrante.

Esparcir las semillas por encima uniformemente repartidas

Cubrir las semillas con una capa de tierra vegetal de aproximadamente dos milímetros de grosor.

Mojar superficialmente la capa superior, evitando su encharcamiento pero procurando que quede muy húmeda hasta el momento de la germinación.

Tapar el recipiente con un plástico transparente para mantener la humedad ambiental, pero abriéndolo al menos una vez al día para dejar respirar la planta.

Colocar el recipiente en un lugar de semi sombra, resguardado del frío y del fuerte viento (puede tocarle el sol siempre y cuando no se caliente demasiado el substrato).

Al cabo de entre 5 y 15 días según distintas variedades ya habrán germinado las plántulas.

Cuando las plantas posean de entre cuatro o cinco hojas ya podemos trasplantarlas en el lugar definitivo abonando el suelo y reduciendo los riegos”.

 

·         Florencio nos dice como sembrar hortalizas: “Los elementos para tener nuestro propio huerto son cinco y son los siguientes:

Un lugar que reciba la luz directa del Sol como mínimo 6 horas diarias. Las plantas necesitan de la luz del Sol para realizar la fotosíntesis, sin luz del Sol no puede existir el huerto.

Agua. Al igual que la luz del Sol el agua es indispensable para que las plantas se puedan desarrollar. Necesitaremos de este elemento vital para poder tener nuestro huerto. Podemos regar nuestra plantas de forma tradicional con una regadera o bien tener instalado un sistema de riego por goteo con el cual vamos a ahorrar mucha agua y también nos ayudará a mantener mejor la humedad.

Sustrato. Para cultivar en casa necesitaremos de un sustrato que aporte ligereza, porosidad y nutrientes. Para cultivar en casa se recomienda usar una mezcla de humus de lombriz (40%) y fibra de coco (60%) que en esta relación aportará las propiedades necesarias antes descritas para que nuestros cultivos urbanos se desarrollen adecuadamente.

Recipientes. Para depositar el sustrato donde luego sembraremos nuestras semillas. Podemos utilizar cualquier tipo de recipiente siempre que sea adecuado en tamaño al tipo de cultivo que queremos realizar. También debemos asegurar que estos recipientes dispongan de un drenaje adecuado. Los recipientes podrán ser macetas, cajones de madera fabricados por nosotros mismos, etc. Una solución idónea son las mesas de cultivo las cuales según sus medidas se pueden adaptar muy bien a pequeños espacios aportándonos una capacidad ideal para desarrollar nuestros cultivos.

Semillas. Es el elemento estrella, es lo primero, a través de las semillas surgirá la vida en nuestro huerto.

 

3.2  CUIDADO DE LA SIEMBRA DE HORTALIZAS

 

·         Como todo, las hortalizas requieren de muchos cuidados, como son el riego, el abonado y el combate de insectos que, en gran número, se pueden considerar como plaga. y para eso el Ing. Miguel Alonzo explica que ‘’ Las hortalizas deben tener una atención especial en el verano porque las altas temperaturas pueden dañar los cultivos y hasta destruir toda una cosecha si no se tienen en cuenta algunas recomendaciones. La falta de humedad o, en contrapartida, el uso excesivo de agua son detalles muy importantes, al igual que la utilización de la media sombra, el encalado y la fertilización Lograr producir hortalizas durante todo el año no es tarea fácil, ya que cada especie necesita de cuidados especiales, sean estos de temperatura, humedad o luz. En cuanto a la luz, es sabido que la fotosíntesis se activa en las plantas solo si sus estomas foliares están abiertos, entonces la planta absorbe gas carbónico, y gracias a la fotosíntesis transforma este gas en productos elaborados y los libera en forma de oxígeno.

Sin embargo, puede suceder que a la hora del riego o absorción de humedad, la planta no reciba suficiente agua por las raíces, y al no satisfacer el aumento de transpiración, podría marchitarse”.

 

·         Ana menciona los siguientes cuidados: “Elija un espacio que reciba sol, a lo menos 6 horas al día (en primavera y verano). El resto del año se necesita un lugar iluminado. Basta con un espacio de 1 m. de ancho, y el largo que tenga disponible para sembrar su huerto.

2. Retire del terreno seleccionado escombros, piedras grandes, palos y todo tipo de objetos extraños. Deje las piedras pequeñas para aumentar la porosidad y mejorar el drenaje.

3. Riegue para soltar el terreno, de esta forma será más fácil trabajar.

4. Cuando el suelo esté húmedo, desmalece manualmente o con herramientas. Si las malezas son muchas, aplique el herbicida Bazooka y espere un par de semanas para volver a desmalezar.

5. Suelte el suelo a lo menos 30 cm., abone con Guano Rojo Anavit, mezclando con Tierra Biológica Compost.

6.  Rastrille el terreno y déjelo parejo para sembrar su huerto.

7. Siembre las semillas seleccionadas en las hileras preparadas para esto o plante los almácigos, ya establecidos.

8. Riegue nuevamente, cuidando de no mojar las hojas de los almácigos ya establecidos, para evitar el desarrollo de hongos en el follaje”.

 

·         Chávez nos dice que para el cuidado de un cultivo primero debe preparase la tierra de la siguiente forma: “ELIMINAR LA MALEZA Cualquier cosa que aparezca entre nuestras hortalizas es una mala hierba. El paso básico para prevenir su aparición es despejar el suelo lo mejor posible antes de comenzar a plantar. Cuanto más limpio esté el suelo menor es el riego de su aparición.

Aun así, es inevitable que salgan, por lo que de uno a tres días después de cada riego (dependiendo de las condiciones meteorológicas), conviene perder unos minutos en eliminar las que van saliendo entre las hortalizas que hemos plantado, lo que aprovecharemos también para soltar la tierra que se queda apelmazada por el efecto del riego, sobre todo si regamos por inundación. Conviene que la primera capa de tierra esté siempre suelta. Para soltar la tierra basta con rascar la superficie con cuidado de no dañar nuestras hortalizas y es muy importante que esta tarea se realice con la tierra un poco húmeda (con tempero) en otro caso –si está muy húmeda o seca- no quedará bien y será más difícil hacerlo sin dañar a nuestras hortalizas.

La fertilización de la tierra es esencial y consiste en incorporar materia orgánica suficiente para la nutrición de las plantas. También se pueden utilizar fertilizantes químicos comerciales.

Los fertilizantes orgánicos son de origen animal o vegetal, aunque también los hay sintetizados, entre ellos citaremos el estiércol, el humus de lombriz, compost, mantillo, etc. Los abonos químicos son sustancias de origen mineral que proceden en su mayoría de yacimiento minerales.

Los abonos orgánicos son de acción más lenta, ya que el nitrógeno se libera más despacio porque se produce por descomposición bacteriana, por el contrario son beneficiosos para esponjar la tierra, sobre todo el compost. En el caso del estiércol, su asimilación por la planta no se iniciará hasta trascurridos de 14 a 18 meses desde su utilización”.

 

3.3  TIPOS DE SIEMBRA DE HORTALIZAS

 

·         Roció Rontome nos dice que “existen varios tipos de siembra como son:

SIEMBRA DIRECTA:

Las semillas se colocan directamente en el terreno definitivo en el que crecerán las plantas hasta el momento de la cosecha.

SIEMBRA AL VOLEO Este tipo de técnica consiste en dejar caer las semillas en forma de fina lluvia sobre el cantero y luego se las cubre con una fina capa de tierra o compost. Ver calendario de siembra.

Fernández nos ayuda aportando algunas más:

SIEMBRA EN LÍNEA

Cuando se siembra en líneas las semillas son colocadas en surcos previamente marcados. Entonces primero hay que marcar y preparar los surcos. La distancia entre surcos debe ser programada según el tamaño que tendrán las plantas adultas. La siembra en líneas puede realizarse a CHORRILLOS o A GOLPES, depende del tamaño de la semilla.

SIEMBRA A CHORRILLOS

Consiste en dejar caer la semilla en forma continua en el surco. Se la utiliza para semillas de tamaño pequeño como acelgas, remolachas, lechugas.

SIEMBRA A GOLPES:

Se colocan dos o tres semillas en pocitos a intervalos regulares en el surco, se utiliza esta técnica para semillas más grandes (Porotos, arvejas, habas, zapallo, zapallito, pepino, etc.)

SIEMBRA EN ALMÁCIGOS

La siembra en almácigos se realiza cuando las semillas son muy pequeñas o demoran mucho en germinar y/o las plantitas necesitan cuidados especiales (protección del sol, heladas, etc.)”.

 

·         Florencio menciona 2 tipos de siembra “Existen dos maneras de sembrar: de manera directa en el lugar definitivo donde se va a desarrollar el cultivo y en semillero.

 La profundidad de siembra como regla general será 3 veces el tamaño de la semilla.

De manera directa. Sembraremos de manera directa las semillas fuertes y grandes como pueden ser las semillas de calabaza, maíz, melón, sandía, haba... También las semillas de las variedades que no pueden ser trasplantadas como el rabanito, la zanahoria, la espinaca, el perejil...

Realizaremos un hoyito de la profundidad adecuada a la semilla y depositaremos en el de 2 a 3 semillas. Una vez que las semillas hayan germinado y empiecen a desarrollarse las plantitas eliminaremos las más débiles dejando la más fuerte.

En semillero. Sembraremos en semillero las semillas más débiles y que necesitan protección en su desarrollo como son los pimientos, berenjenas, tomates, lechugas... Podemos utilizar como semillero desde macetitas pequeñas hasta envases de yogur vacíos, siempre de que dispongan orificios para el drenaje, aunque se recomienda que sean de corcho. Los llenaremos con un sustrato adecuado (compost) y apretaremos éste sustrato firmemente a continuación sembraremos de 2 a 3 semillas al igual que en la manera directa.

 Hay algunas variedades que podemos sembrar directamente o en semillero como los melones, sandías, acelgas, pepinos...

 Las ventajas que tiene sembrar en semillero es que podemos proteger las siembras del frío y del calor extremo. En invierno podemos cubrir el semillero con un plástico para evitar las heladas (el plástico nunca debe tocar las plantitas) y en verano podemos trasladar el semillero a lugares en semi-sombra para que no reciban directamente los fuertes rayos del Sol. También podemos adelantar la temporada del cultivo como puede ser el caso en tomates, pimientos y berenjenas”.

 

·         Valentina Cruz nos comparte los 6 tipos más comunes de sembrar hortalizas.

“A VOLEO

Se esparcen las semillas al azar por el terreno. Se suele hacer con la mano y en forma de abanico, repartiéndolas de forma irregular, pero intentando que sea lo más uniforme posible. Si las semillas son muy pequeñas conviene mezclarlas antes con arena para que la distribución sea más regular. Cuando ya las hemos esparcido permanecen en la superficie, por lo que deberemos cubrirlas con una capa de tierra y realizar una pequeña presión para que no sean movidas por el viento o la lluvia. Este tipo de siembra se puede utilizar en zanahorias, nabos o rábanos.

POR FILAS

Se realiza antes un surco en forma de línea alargada sobre el que se colocan las semillas a distancia variable según hortaliza y la necesidad de la planta. A continuación se cierra el surco con la azada para enterrar las semillas. Hay que tener en cuenta que según la semilla que cultivemos la profundidad del surco será mayor o menor.

A CHORRILLO/EN HOYOS

Se hacen hoyos en el terreno siguiendo una línea recta. Podemos ayudarnos de una azada o de un plantador para hacer los agujeros, introduciremos en ellos las semillas y, posteriormente se taparán. Se suele utilizar para semillas de gran tamaño, como la calabaza o el calabacín. En el caso de poner grupitos de 4-5 semillas en cada hoyo la siembra también puede llamarse “a golpes”.

A TRESBOLILLO

Es muy similar a la de chorrillo, ya que se realizan los mismo hoyos, solo que esta vez no se hacen en línea recta, sino en zigzag. Se utiliza cuando se siembra en bancales, para repartir todas las plantas pero sin que entorpezcan las unas con las otras.

 

SIEMBRA DE PRECISIÓN

En este caso la siembra se realiza mediante máquinas especialmente diseñadas para sembrar semillas de hortaliza. La máquina, una vez que se le ha calibrado la distancia y la profundidad de siembra, introduce las semillas en el terreno, pueden ser máquinas de precisión manuales o de arrastre. Este tipo de siembra permite realizar en menor tiempo el trabajo, y de manera más eficiente.

SIEMBRA EN ALMÁCIGOS

Se utiliza cuando las semillas son muy pequeñas, tardar mucho en germinar o las plantas necesitan cuidados especiales. El almácigo puede ser un pequeño espacio de la huerta con buena tierra o una cajonera especialmente preparada con tierra abonada, colocada en un lugar cerca de una fuente de agua y con protección de heladas, sol fuerte, viento, etc.

Otra manera de realizar almácigos es sembrar en recipientes individuales y colocarlos dentro de la almaciguera para protegerlos del frío. También asegura el éxito en el trasplante porque la plantita sale con todo el pan de tierra, evitando dañar las raíces”.

4. SIEMBRA DE HORTALIZAS EN MACETAS

 

·         Isela Méndez menciona que “Si no tiene espacio para cultivar sus hortalizas en un jardín, recuerde que también se puede cultivar en macetas o viveros. La clase de macetas en realidad no importa, sea de barro de plástico o de madera, da igual. Lo más importante es que tenga suficiente sol, mínimo de 6 a 8 horas diarias, para que las plantas se desarrollen y den su fruto. Tenga en mente que la maceta o vivero sea suficientemente grande para sostener la planta cuando ya esté desarrollada.

Macetas

Para empezar las semillas, puede re-usar materiales que se encuentran en su casa, por ejemplo, latas de café, cartones de leche, bolsas plásticas en las que viene suelo o estiércol. Lo único que se requiere cuando esta re-usando algún material de casa, es que esté limpio y que tengan varios huecos abajo para el drenaje del agua. Los viveros o las macetas más profundas proveen mejor drenaje para esas hortalizas como los tomates, las berenjenas, los pimentones y los chiles más grandes deben de plantarse en estos tipos de macetas. Esas hortalizas que son más pequeñas, como los rábanos, la cebolla, y algunas variedades de zanahorias, chiles, y lechugas se pueden cultivar en macetas más pequeñas. Si planta en una maceta o bote más pequeño de lo que la planta requiera para desarrollarse, no va a producir mucho fruto y se quedara pequeña. También si la maceta es muy pequeña para la planta, tendrá que regar diariamente, y muchas veces, dependiendo en el clima, hasta varias veces al día. Si tiene una maceta o cajón más grande de lo que la planta necesita, podrá plantar más de una hortaliza en la maceta. Por ejemplo, en una maceta de plástico de 5 galones, se puede plantar un tomate con varias plantitas de cebolla larga, o una planta de calabaza tipo zuchinni pequeña.

El Suelo

El tipo de suelo que se debe usar cuando está cultivando en macetas o botes debe ser suelto, porosa y estéril. Si desea usted hacer su propio suelo, puede combinar iguales porciones de material orgánico (los desechos de la cocina cascaras de frutas, verduras, huevos etc.) con arena gruesa y suelo de algún jardín. Cuando llene sus macetas deje por lo menos la última pulgada de la maceta vacía para que cuando riegue sus plantas no se le salga la tierra por arriba.

 

·         Domínguez menciona que “Una alternativa al suelo para producir frutas y hortalizas son las macetas, jardineras y todo tipo de contenedores. Aunque es un poco más difícil que las flores, merece la pena el esfuerzo porque se cosechan hortalizas tan frescas y buenas como las del huerto.

Las macetas es la solución ideal si sólo dispones de un balcón, un jardín de      azotea, un patio o en la repisa de una ventana.

 Las frutas y hortalizas que no resistan el frío se pueden llevar a cubierto cuando amenace heladas.

 Las macetas grandes, medios barriles o contenedores resultan ideales para frutales. Comprueba que tienen agujeros de drenaje.

Aprovecha cualquier lugar para poner macetas y jardineras: techo de un cobertizo, muros, escaleras, colgando de las paredes”.

 

·         Florencio comenta que “el cultivo de hortalizas en macetas. Es ideal para aquellas personas que no dispongan de mucho espacio y se puede realizar en cualquier maceta, pero es necesario que disponga de 40-50 cm de altura. Lo más importante es que tenga suficiente sol, un mínimo de 6 a 8 horas diarias, para que la planta crezca adecuadamente.

Para realizar la plantación podemos reutilizar cualquier maceta vieja, cartones o latas de alimentos, solamente necesitamos que el material esté en buenas condiciones de higiene y drenaje. Las hortalizas grandes (tomates y berenjenas) deben plantarse en esta clase de macetas, pero las más pequeñas (cebollas, zanahorias y lechugas) se cultivan en macetas de tamaño menor. El suelo adecuado para este tipo de cultivo tiene que ser suelto, poroso y con un buen drenaje. Si queremos realizar nuestro propio suelo, se prepara con partes iguales de materia orgánica, arena gruesa y tierra”.

 

4.1 CUIDADO DE LA SIEMBRA DE HORTALIZAS EN MACETAS

 

·         Isela Méndez nos dice que el cuidado es el siguiente:

“El Fertilizante

Las plantas necesitan alimento para que crezcan y se desarrollen. Hay muchas clases de fertilizantes; hasta específicos para flores o los jitomates o árboles frutales. También se encuentran fertilizantes en líquido y granulados. Unos que se colocan en las hojas de la planta, y otros tipos directamente en el suelo. Escoja ese tipo de fertilizante que sea apropiado para su hortaliza. Un fertilizante completo, que incluye nitrógeno, fosforo y tal vez potasio le proveerá a su hortaliza suficiente energía para desarrollo”.

 

·         Domínguez nos da los siguientes consejos para el cultivo de hortalizas en macetas: “Requieren más atenciones que plantadas en tierra.

2. Con un contenedor de 40-50 cm de profundidad, prácticamente todas las hortalizas anuales se desarrollarán sin inconvenientes.

3. Tienen que estar ubicadas en un sitio abierto y soleado, al menos recibir medio día de sol.

4. En un lugar con poco sol (menos de 4 horas), sólo podrían cultivarse algunas como lechuga, espinaca o perejil.

5. Gira de vez en cuando las macetas para forzar un crecimiento uniforme.

6. En maceta, necesitan más riego y abono que cultivadas en tierra abierta. Si hace calor, el riego debe ser diario, pero durante el invierno o en lugares sombríos, la frecuencia disminuye. Si hace viento también hay que regar más.

7. Abona con fertilizantes de lenta liberación cada 3 meses. 8. Un buen drenaje resulta esencial. Agujeros de drenaje en la base con grava o piedrecitas para impedir que se obturen”.

 

·         Ruiz menciona que “Utiliza tierra para macetas, no tierra del jardín. Las plantas en macetas necesitan un suelo más ligero, aireado y rico en nutrientes. Una buena mezcla de tierra para macetas debe contener turba, fosfato, caliza, vermiculita hortícola de calidad y fertilizantes. Los fertilizantes orgánicos como harina de hueso, harina de sangre o emulsión de pescado son mucho más seguros para su uso en plantas que planeas comer.

Puedes sembrar las semillas directamente en las macetas o germinarlas por separado y trasplantarlas. Los plantines comprados funcionan muy bien en macetas también.

La mayoría de las semillas se siembran a entre 0,5 y 1 cm. de profundidad. Las semillas más grandes como la calabaza se deben plantar a una profundidad doble de la longitud de la semilla.

Cubre las semillas y rocía suavemente con agua. Coloca los semilleros en un lugar cálido e iluminado por el sol (no directo) durante 4 a 8 semanas. Quita la cubierta de plástico tan pronto como plántulas sean lo suficientemente altas como para tocarlo.

Trasplanta las plantas del semillero cuando tienen su primer juego de hojas verdaderas. Las hojas verdaderas son por lo general el segundo conjunto de hojas que se ven. Humedece el suelo alrededor de las plantas. Haz un agujero en el suelo ligeramente más grande y más profundo que el que necesitará la planta. Retira las plantas del semillero con toda la masa de tierra, sin que se rompa. Coloca la planta en el agujero y cubre con más tierra. Apisona suavemente la tierra alrededor de la planta con los dedos.

A partir de un mes después de la siembra, puedes fertilizar tu huerta en macetas una vez a la semana con un fertilizante soluble en agua, siguiendo las instrucciones del fabricante.

También mantente alerta a las malas hierbas y otras plagas. Retira o cura cualquier planta que muestre signos de enfermedad o de daño por insectos.

Afortunadamente, la mayoría de las verduras no son quisquillosas acerca de en qué tipo de maceta deberán crecer.  Los únicos requisitos básicos son que el contenedor sea lo suficientemente grande como para mantener la planta y que tiene sus agujeros de drenaje para que el exceso de agua pueda salir.

Cuando se trata de tamaño, mientras más grande sea la maceta, mejor, especialmente para los principiantes. La razón de esto es que las macetas grandes tienen más tierra – y por lo tanto, mantienen la humedad más tiempo, lo que te brinda más porcentaje de éxito en el cuidado de tus hortalizas en macetas.

Busca contenedores que tengan por lo menos 25 cm. de ancho y 30 cm. de profundidad. Grandes macetas, barriles, cestas recubiertas de plástico y jardineras funcionan bien.

Algunas verduras necesitan macetas especialmente grandes. Los tomates de tamaño estándar y cultivos trepadores, como pepinos, van a crecer mejor en contenedores de 50 cm. o más de diámetro.

Si el recipiente no tiene agujeros de drenaje, tendrá que añadir varios. Utilice una broca de 1/4-pulgada para crear agujeros en la parte inferior o en los lados cerca de la parte inferior. Cubra el fondo de la maceta con un paño mosquitero para evitar que la tierra se derrame.

Las plantas que crecen en altura o producen vides como los tomates y pepinos serán más productivos si crecen sobre un soporte. Las estacas o tutores se insertan en el recipiente en el momento de la siembra. Use contenedores más grandes y más pesados ​​para las plantas trepadoras para minimizar el riesgo de vuelco”.

 

4.2 TIPOS DE SEMILLAS A PLANTAR

 

·         Domínguez nos da las semillas de hortalizas a plantar en macetas:

“-Hierbas aromáticas

 - Acelgas

 - Berenjenas

 - Calabacines (maceta más honda)

 - Cebollas

 - Espinacas

 - Habichuelas

 - Lechugas

 - Patatas

 - Pimientos

 - Puerros

 - Repollos

 - Tomates

 - Zanahorias (maceta más honda)”.

 

·         Isela Méndez menciona que

“Las Semillas

Hay muchas clases de semillas de vegetales u hortalizas. Lo importante es escoger la variedad o tipo que es apropiada para el cultivo en macetas, como la raíz no podrá crecer demasiado grande. Fíjese, tambien que sus semillas no sean viejas. Dependiendo de la clase de vegetal, la semilla puede estar buena, por un año a cinco años. Por ejemplo: la semilla de cebolla no germinara bien después de un año, pero algunas variedades de elote crecen después de cinco años. Trate de escoger una variedad de hortaliza que tenga resistencia a las enfermedades y algunos insectos. Tenga en cuenta que las hortalizas se cultivan en distintas estaciones, sea el otoño/invierno, o la primavera/verano. Las hortalizas que se deben cultivar durante el otoño/invierno son las siguientes: betabel, brócoli, repollo, zanahoria, coliflor, cilantro, lechuga, cebolla, rábanos y espinacas. Las hortalizas que se cultivan en la primavera/verano son las siguientes: albahaca, zanahoria, elote, pepino, berenjena, pimentones, chiles, papa, rábanos, calabaza y jitomates”.

 

·         Florencio dice que “Cuando elijamos las semillas, debemos procurar que sean nuevas y adecuadas para el cultivo. Asimismo, es conveniente seleccionar variedades de hortalizas que sean resistentes a enfermedades y plagas. Las semillas escogidas deben ser propias de la época del año en que se va a cultivar, para que se desarrolle correctamente. Como nos encontramos en otoño/invierno, se pueden sembrar: brócoli, zanahoria, lechuga, cebolla, espinacas, etc. Para que nuestras plantas se desarrollen adecuadamente debemos abonarlas con un fertilizante orgánico de lenta liberación.

·          

5. PRESENCIA DE LOMBRIZ EN LA SIEMBRA DE HORTALIZAS

 

·         Patricio Basaure nos dice que “La dosis a considerar dependerá de diversos factores, entre ellos, condición del suelo en cuanto a su textura (un suelo pesado o arcilloso, así como uno arenoso, requieren de un mayor aporte que uno de textura franca o franco-limoso), estado de degradación (un suelo degradado requiere mayor dosis que uno no degradado), contenido de materia orgánica presente en el suelo (aquel que es deficiente requiere un mayor aporte), tipo de cultivo a establecer (unos cultivos son más exigentes que otros en cuanto a la presencia de materia orgánica, como es el caso del arándano, por ejemplo), población de microorganismos por cm3 del suelo (un suelo que ha sido tratado con agroquímicos en general, insecticidas, herbicidas, etc. presentará una menor carga microbiana, por lo que requerirá una mayor dosis).

De ahí la importancia previa de realizar un análisis del suelo, a objeto de determinar esta dosificación.

La intensidad en el uso de fertilizantes depende de múltiples factores, entre los que se pueden citar disponibilidad de tierras, tamaño de la propiedad agrícola y preparación de los agricultores, tipo de cultivos, productividad esperada, precios relativos de fertilizantes y productos, así como la capacidad económica del productor.

Estos antecedentes son de importancia a considerar al proponerse usar humus de lombriz como una alternativa sustentable de fertilización.

Siempre ha de incorporarse al suelo el humus de lombriz, a una profundidad de 15 -20 o más centímetros y luego ser cubierto por suelo superficial. Esta incorporación se realiza en suelo con humedad no menor al 50%, a objeto de evitar su deshidratación y consiguiente pérdida de microorganismos, que es su principal riqueza, base de la fertilidad de todo suelo”.

 

·         Alfredo Pacheco menciona que “Dentro de este campo, las ventajas comparativas del uso de humus de lombriz se hacen evidentes:

Su uso como sustrato en almácigos permite evitar las pérdidas de plantas causadas por fenómenos de resistencia mecánica (goteo), comunes en los sustratos comúnmente utilizados para este fin. Por otra parte, la acción fitohormona  del humus de lombriz,  acelera la formación de tejido radicular de las plántulas — efecto que, asociado a las características físicas del producto, contribuye a evitar las pérdidas por deshidratación al momento del trasplante.

Existe la posibilidad de aplicar el humus de lombriz incorporado al suelo en conjunción con la última rastra o en una aplicación en banda. Puede estar en contacto directo con la semilla, ya que no tiene problemas de quemarla o deshidratarla”.

 

·         Carolina Masin nos comparte “Las lombrices de tierra constituyen un componente importante en la fauna del suelo contribuyendo activa y beneficiosamente en su estructura y fertilidad. Estos organismos son sensibles ante distintos manejos y grados de perturbación del suelo respondiendo como bioindicadores de la «salud» del mismo”.

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